Los Gatos Negros/Los Kifers Split 7''

Como adelanto al segundo volumen del recopilatorio de soul en español de los 60's y 70's Sensacional Soul, Vampisoul editó el año pasado este single compartido por dos de los grupos incluídos.

En la cara A tenemos a Los Gatos Negros, grupo barcelonés que se formó en 1957 y duró hasta 1969, variando su estilo con el tiempo: Rock'n'roll, R&B, soul... Se separaron en 1971, pero han tenido varias reuniones y giras por latinoamérica y Estados Unidos. Hey hey Bunny lo grabaron en 1968 y fue su octavo single, es una versión de John Fred and His Playboy Band. Se trata de un soul muy cañero, con una batería, un bajo y un órgano que marcan un rítmo endiablado, ideal para mover los pies, arropados por la sección de viento y la voz chulesca del cantante.

Dándole la vuelta al vinilo nos encontramos a Los Kifers, de los que no hay mucha información disponible. Grabaron un par de singles para Belter a finales de los 60's. El sol es una droga, versión del Beggar for your lovin' de The Explosion, es su canción emblemática y una pieza clave del soul español que mejora el original. Grabada en 1969, tiene una batería super precisa, una sección de vientos poderosa, una voz potente y unos teclados cojonudos que se marcan un solo corto pero bestial.

Si un día estás jodido ponte este single, verás como te animas. Si no te animas, suicídate, que lo tuyo no tiene arreglo.

Madame Xanadu (Matt Wagner/Amy Reeder Hadley)

Nunca le había prestado mucha atención al personaje de Madame Xanadu, diseñado por Michael W. Kaluta en 1978 para Doorway to Nightmare, serie antológica de misterio de DC. Tras el nombre de Madame Xanadu se encuentra la ninfa Nimue, la Dama del Lago de las leyendas artúricas, reciclada laboralmente en el Nueva York de finales del siglo XX como una adivina tarotista que con sus superpoderes mágicos ayuda a salir de problemas sobrenaturales a sus clientes. Apareció en algún que otro título antológico DC, e incluso tuvo su propia cabecera en 1981 (que duró sólo un número). Apartir de entonces siguió apareciendo en diferentes tebeos DC, casi siempre en colecciones con temática sobrenatural, como Los Libros de Magia o The Spectre.

 

En 2008 el personaje había adquirido cierta notoriedad por unas macrosagas que no me he leído (¿?), por lo que se decidió darle un lavado de cara. Y es aquí donde entra Matt Wagner, autor de títulos tan memorables como Mage o Grendel. Wagner nos lleva en este primer tomo de Madame Xanadu a un viaje por el espacio y el tiempo que comienza en Camelot en los tiempos del Rey Arturo y termina en Nueva York en los años 30's, pasando por Xanadú en el siglo XI, París en la Revolución Francesa y Londres en tiempos de Jack el Destripador. En todos sus viajes se encuentra con otro personaje inmortal de DC, el Fantasma Errante, con el que tiene una relación de amor-odio, así como con apariciones de Demon, Muerte, Zatara y El Espectro, personajes habituales del Universo DC más paranormal. Hasta ahí, como planteamiento, la cosa pinta más o menos bien, pero el desarrollo que hace Wagner, pese a su buen curriculum, es todo menos interesante: situaciones sin sentido, personajes planos y una protagonista que no acaba de convencer. La historia en sí podría haberse contado con mucho menos papel (son diez números americanos), se alarga innecesariamente para al final no contar nada relevante. Nada que ver con lo que hizo Wagner cuando actualizó The Demon.

 

El dibujo recaé en Amy Reeder Hadley, autora excesivamente influenciada por lo más ñoño del manga japonés. En Madame Xanadu hace un esfuerzo por adaptar el estilo de los antiguos cómics de Kaluta al amerimanga, que puede gustar más o menos, pero el resultado es narrativamente fallido por hacer la lectura más torpe y farragosa, llegando a ser confusa en algunas partes.

Jello Biafra and The Guantanamo School of Medicine: The audacity of hype CD

La banda actual del ex cantante de Dead Kennedys atiende al largo nombre de Jello Biafra and The Guantanamo School of Medicine. Aparte de Jello Biafra se compone de gente que proviene de grupos como Freak Accident, Victims Family, Faith No More y otros grupos de San Francisco.

El pasado octubre salió su primer disco, editado por el sello de Biafra, Alternative Tentacles. The audacity of hype está compuesto por nueve cañonazos de hardcore crossover con muchos toques de metal y protopunk, canciones que para mi pecan de ser demasiado largas, casi todas pasan los cuatro minutos e incluso una de ellas pasa de los siete. Claro que para contener la extensa verborrea de Jello Biafra quizá no les quede otra. Como es habitual, hace un buen uso de la música como difusión de sus ideas políticas y sociales, arremetiendo con acidez contra el sistema político estadounidense y mundial.

Frankenstein de Mary Shelley (Marion Mousse)

Con un nombre como el de este blog, no podía dejar de recomendaros esta estupenda adaptación de la obra maestra de Mary Shelley por un, para mi, desconocido autor francés, Marion Mousse, del que poco más he podido encontrar aparte de este blog abandonado en 2008.

Con Frankenstein Mousse consigue una muy buena adaptación de la obra original, creo que la más fiel que yo haya visto hasta ahora, tanto al cómic como a otros medios. Aunque hace años que leí el libro de Shelley, con la lectura de este tebeo he recordado pasajes enteros que andaban perdidos en mi memoria. Y no sólo adapta bien la historia, el tono o el ambiente de la misma es muy aproximado al original.

En cuanto al dibujo, a priori, el estilo caricaturesco de Mousse podría no ser el más adecuado para la adaptación de una de las cumbres de la novela gótica, pero el uso del claroscuro muy a lo cine expresionista y lo detallado del enrevesado dibujo de trazo grueso, te mete muy bien dentro de la historia y en vez de monigotes veas personajes vivos. A crear este ambiente contribuye mucho la paleta cromática elegida por la colorista, Marie Galopin, muy variada pero siempre manteniendo un tono apagado perfecto para esta obra.

Lo ha editado SM agrupando los tres volúmenes franceses en uno solo.

Chest: Support your local action 10''

El verano del año pasado, Chest, el mejor grupo de la reciente escena revival mod española para el que suscribe, decidieron tomarse un justificado descanso indefinido. Para despedirse de su público hicieron dos conciertos gratuitos en su ciudad, Barcelona, uno en julio y otro en septiembre. En este último además servía de presentación para su último disco, éste EP de 10'', con cuatro pildorazos de powerpop con actitud punk marca de la casa. Editado, como no, por el sello del bajista Albert Gil (Brighton 64, Matamala...), Bip Bip Records.

En todo el disco predomina un sabor agridulce que refleja el cansancio de la banda, aunque cada canción tiene sus propios matices. La cara A se abre con You're the witness (tomorrow sickness), que empieza muy oscura pero que rápidamente adquiere luminosidad y ritmo. Sigue Los bloques de la Purlom, la única cantada en español con el falso acento guiri de Álex "Somouth" Cruces, lentita y muy agradable, pero a la vez amarga.

En la cara B tenemos Fat policeman, powerpop oscuro y agresivo, casi punk, que va cogiendo mala leche poco a poco. Cierra el disco una versión de Whenever I'm gone The Prisoners, nostálgico powerpop con regusto a garage que deja una puerta abierta al optimismo.

En concierto: Los Empollones + Los Guajes

Como el viernes no teníamos que madrugar, el jueves pasado nos acercamos al Wurlitzer Ballroom, a ver qué se cocía, que la cosa prometía.

Abrían la noche Los Empollones, un cuarteto madrileño de rock'n'roll, garage y surf divertidísimo. Con unas pintas sacadas directamente de La revancha de los novatos y unas letras a juego (Campamento de niños gordos, Mi colección de insectos, Tu novio me roba el bocata...) llevan casi un año haciendo el ganso con su filosofía geek. Tocaron unos cuantos instrumentales surf cojonudos y los temas cantados me recordaron a los priemros discos de Siniestro Total post Coppini, ya digo, muy divertidos. El cantante puede que te suene de la tele, es el humorista Antonio Castelo, salió en el programa de Buenafuente y fue reportero del Caiga Quien Caiga. También tiene una serie en internet, Tú antes molabas (echadle un ojo), que cuenta con banda sonora de Los Summers. Como bises tocaron una cojonuda versión de la música de Salvados por la campana y una descacharrante adaptación del Gloria de Them, transformado en Física.

Del grupo principal, Los Guajes!!, qué decir, les escucho día sí, día también, garage punk y ye-yé a saco! Parece mentira que tengan que venir desde Gijón a darnos lecciones de chulería a Madrid. Hicieron un show muy parecido al que les vi en León en el pasado Purple Weekend, un repertorio parecido... o sea, que cojonudo. A destacar su hit Cazasuecas, convertido en un himno generacional (aunque no sé de qué generación), que la muchachada ya corea enfervecida. Me moló mucho cuando el bajista dejó el bajo y empezó a tocar el órgano, es buenísimo.

Fueron al concierto: Von Kutren y Alcapone.

Jay Reatard RIP

De nuevo, el mundo del garage punk se tiene que poner de luto, lamentablemente esta vez es por un joven (en mayo cumpliría los 30) inquieto y prolífico músico, con mucha carrera por delante.

 

Jay Reatard comenzó su carrera musical en su Menphis natal con tan solo 15 años, siendo el único miembro de su primer grupo, The Reatards. Después de su primer EP, formó un grupo real con un bajista y un batería. Con el cambio de milenio, deja de lado los sonidos garageros de su primer grupo para centrarse en el synth punk con una nueva formación, The Lost Sounds, que dura hasta 2005. Otras bandas con las que estuvo alternativamente esos años fueron Bad Times, The Final Solution, Nervous Patterns, Angry Angles, Terror Visions y Destructions Units. A partir de 2006 empezó a tocar y editar discos bajo su propio nombre Jay Reatard, sacando ese mismo año el imprescindible Blood visions. Su fórmula, si bien no era el colmo de la originalidad, era efectiva: melodía pop más fuerza garage punk, le emparentaba con Buzzcocks y con The Stooges. En su haber queda una veintena de LP's, más del doble de 7'' y cientos de conciertos.

 

Aquí y aquí podemos recordarle como se las gastaba con sus fans en directo.

Nightmare Alley (Spain Rodríguez)

En 1947 apareció publicada en Estados Unidos Nightmare alley, la primera novela de William Lidsay Gresham, que empezaría así una carrera de escritor de novela negra que, si bien no fue muy fructífera en cuanto a la cantidad, sí lo fue en cuanto a la autenticidad de sus personajes y situaciones, ya que la biografía del propio Gresham tenía la sordidez propia de ese género. La novla cuenta la historia de un timador que empieza a trabajar  como vidente en una feria ambulante típica de la época (con sus típicos fenómenos) para ir ascendiendo hasta llegar a timar a la gente de la alta sociedad con chanchullos espiritistas cada vez más elaborados.

Al año siguiente Edmund Goulding dirigió una adaptación de la novela a la gran pantalla, contando con una estrella como Tyrone Power en el papel protagonista, lo que aumentó enormemente la popularidad de la obra de Gresham. En España la película se llamó El callejón de las almas perdidas.

Spain Rodríguez es un veterano historietista perteneciente a la primera generación de artistas de cómic underground américano, procedente de Buffalo (NY), emigrado a San Francisco en 1969, donde tomó contacto con el entorno de Crumb y Shelton. Su personaje más famoso es el antihéroe Trashman, aparecido en publicaciones como el East Village Other, Zap Comix o Heavy Metal, y que ha disfrutado recientemente de una antología editada por Fantagraphics. Su último éxito ha sido una biografía del Che. A mediados de los 90's, Avon Comics le encargó a Rodríguez una adaptación Nightmare Alley para una serie dedicada a publicar adaptaciones en cómic de obras literarias, pero esta serie se canceló en 1996, cuando Rodríguez casi tenía terminada su obra. Este proyecto quedó en el limbo hasta que Fantagraphics propuso a Rodríguez su publicación, con lo que el artista pudo por fin terminar su obra, editada por fin en 2003.

Y ha sido cuando a finales del año pasado cuando por fin la hemos podido ver publicada en nuestro país, por la pequeña editorial madrileña Likantro. Y por fin podemos comprobar que tanto trajín y tanta espera ha merecido mucho la pena. Sin ser Rodríguez el artista de su movimiento que gráficamente más me gusta, pocos podrían hacer un trabajo mejor para reflejar la sordidez de la historia y sus personajes, en un estricto blanco y negro, con su inconfundible estilo feísta de línea gruesa. La hábil narrativa de Spain Rodríguez hace que una historia densa como ésta, que en otras manos sería bastante pesada, se convierta en una lectura absorvente que muestra con naturalidad lo peor de la miseria humana.