sábado, 9 de octubre de 2010

John Constantine Hellblazer de Peter Milligan 1 al 3 (Milligan/Camuncoli/Sudžuka/Campbell/Bisley/

Peter Milligan perteneció a la segunda oleada de guionistas británicos que en los 80's sacudió los cimientos del cómic americano. Dos de sus obras más conocidas son Shade, el hombre cambiante para DC y X-Force/X-Statix para Marvel, con las que demostró un punto de vista único y una capacidad para la ironía, la sorpresa y el escándalo que a nadie deja indiferente. Actualmente se encarga de la colección de DC/Vertigo John Constantine Hellblazer. Y digo yo que ya iba siendo hora, ya que Milligan tiene todas las bazas para sacar provecho de un personaje como John Constantine: humor británico, pluma afilada, gusto por lo sórdido y buenas historias.

Planeta ya ha publicado tres volúmenes recopilando los primeros diecisiete números (del 250 al 266) del Hellblazer de Milligan.

En el primer arco argumental del primer tomo, de nombre Costra, Milligan hace que Constantine se enamore perdidamente de un nuevo ligue que acaba de conocer, una médico de nombre Phoebe que pronto deberá darse cuenta lo peligroso que es conocer gente que enreda con la magia negra. Una costra de origen místico que empieza a cubrir el cuerpo de John y un trasfondo de lucha sindical completan esta primera historia, que, sin ser todo lo original que Milligan puede dar de si, continua con el Constantine callejero de la etapa de Diggle. El dibujo del italiano Giuseppe Camuncoli (que ya había trabajado en Hellblazer con guiones de Mike Carey) no me entusiasma demasiado, no creo que su estilo de amerimanga sea el más adecuado para esta serie. El segundo arco argumental se llama Regeneración y lleva a Constantine a investigar unas apariciones relacionadas con la época de la peste en Londres, una historia muy buena. Está dibujado por Goran Sudžuka, artista croata que ya había participado en dos spni off de Hellblazer: Lady Constantine y Chas. Su estilo clásico me gusta mucho, con claras influencias de Bolland o Pérez, pero sin ocultar sus procedencias europeas. El tomo se complementa con una divertida historia corta de Navidad, con la política y sus intrigas como telón de fondo, dibujada por el maestro Eddie Campbell (From Hell), que no defrauda.

En el segundo tomo, tras una portada de Simon Bisley, comenzamos con la historia en tres partes Enganchado, dibujada de nuevo por Camuncoli. En ella Constantine debe aprender de nuevo por las duras que el mezclar amor con demonios trae malas consecuencias, sobre todo para los que le rodean. Para el colmo, se cruza en su vida Epiphany, la joven hija de un mafioso local, más interesante que la pobre Phoebe. El tomo se completa con dos historias dibujadas por Bisley en un estilo ligeramente menos excesivo de lo que acostumbra, con el color aplicado directamente sobre los lápices, sin tintas, creando un efecto curioso. Hacía mucho que no leía nada nuevo de Bisley y me ha sorprendido gratamente.

Y en el tercero de los tomos Milligan recupera en la historia en cuatro partes India la tradición viajera de John Constantine: cuando haya un problema sin solución, John deberá ir de viaje a un lugar exótico. El discurso social de Milligan en esta historia se centra en el colonialismo inglés y en las desigualdades entre clases del país asiático. El dibujo corre de nuevo de la mano de Camuncoli, que se explaya dibujando unos demonios hindús de lo más molones. Si algo hay que reprocharle a Milligan en esta historia es la forma que tiene de resolver el asunto que lleva a John a La India, un asunto que lleva arrastrando durante ocho números USA y lo despacha de la forma más sosa en una sola página. El tomo se cierra con una historia en dos partes dibujada con mucha mano por Bisley. Su título es No hay futuro y es un tanto chorra, con una comuna de punkis de Londres adoradores de Sid Vicious que están siendo reclutados por nazis del partido conservador, con un montón de topicazos de por medio. El interés de Constantine por Epiphany cada vez es mayor, aumentando la tensión sexual, demostrándose que cuanto más viejo es, más jovencitas se las busca.

En general, podemos decir que este primer año y medio de la etapa de Milligan en Hellblazer tiene un balance positivo, con más altos que bajos. A ver si se mantiene así.

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