Ya llevábamos un tiempo pensándolo y este año sí, ¡el Euroyeyé no se nos escapaba! Además, que ya teníamos ganas de quitarnos el calor de Madrid y sustituirlo por el fresquito de Gijón. Llegamos el viernes, con lo que nos perdimos a veterana cantante de la Motown Martha Reeves.
Bueno, el viernes estuvimos de cañas y sidras desde que llegamos, sobre la una. Vimos unas cuantas vespas y lambrettas preciosas, disfrutamos de la gastronomía asturiana y, entre raciones y culines, nos fuimos acercando a la Discoteca Oasis, donde tenían lugar los conciertos. Bueno, ¿y si cenamos algo antes? Al final, unas doce botellas de sidra (para tres) y una deliciosa cazuela de llampares en salsa, entre otros manjares, tuvieron la culpa de que no fuéramos al concierto y prefiriésemos darnos un baño todos en pelotas en la Playa de Poniente. Nos perdimos a DC Fontana y a Los Platillos Volantes, pero nos lo pasamos igual de bien. Eso sí, al día siguiente yo estaba algo revueltillo.
Vale, no podemos caer en lo mismo... El sábado pasamos de sidra, sólo cervezas. Nos bañamos de día y en bañador, aunque hacía rasca. Comimos bien, bebimos con prudencia, vimos la exposición de fotos (no estaba mal, algo pequeña) y, tras una cazuela de mejillones a la marinera, entre otros manjares, fuimos a la Oasis y entramos. En la disco había un ambiente dabuty, la gente iba muy maqueada y entre curiosear en el mercadillo de ropa y discos y tomarnos unas cervecillas, salió el primer grupo: Al Supersonic & The Teenagers, el grupo puntero del soul español, con su primer LP todavía reciente. Con un show muy parecido a la otra vez que les vi, aunque esta vez Al Supersonic no tenía problemas de garganta y pudimos apreciar su voz a pleno rendimiento, un diez en forma de northern soul, estuvimos bailando todo el rato. Una vez que terminaron, al cabo de unos veinte minutos, volvieron a salir... ¿y eso? ¿salen ahora a hacer los bises? Enseguida llegó la explicación: además de ser los teloneros, eran la banda de acompañamiento del gran Tommy Hunt, un clásico del soul americano, con más de cincuenta años de carrera, primero con The Flamingos a finales de los 50's, y a partir de 1960 en solitario, siendo uno de los habituales del Apollo de Nueva York y una de las estrellas rescatadas por la escena northern soul inglesa en los 70's. Tal y como yo le vi, se mantiene en perfecta forma a sus setentaypico años, ya no sólo por conservar intacta su peculiar voz, si no además por conseguir conectar con el público como pocos pueden gracias a una simpatía y una alegría contagiosa. Cantó sus mayores éxitos (algunos incluso a mi, ignorante en este género, me sonaban), contó unas cuantas anécdotas y nos hizo bailar hasta casi las dos con una sonrisa en la cara reflejo de la que lucía Tommy en todo momento.
El domingo estábamos un poco de bajona porque era nuestro último día, dimos una vuelta por el puerto, comimos en un chiringo de unas fiestas de allí (el día de Asturias en Gijón), nos fuimos a bañar (ya que hacía sol) nos quedamos sin chica (maldito curro), cenamos en un Kebap (eso debe ser pecado en Asturias) y nos personamos en la Oasis... Del primer grupo apenas sabía nada, aparte de lo que ponía en el programa del festival, así que fue toda una sorpresa escuchar su repertorio tan variado en estilos. The Draytones son un cuarteto anglo-argentino afincado en Londres que llevan desde 2006 animando la escena mod inglesa. Comenzaron con un par de canciones tirando a cañeras, con un teclado muy killer y cierto gusto garage psicodélico, pero en cuanto el teclista cogió una guitarra acústica cambió totalmente el rollo hacia el freak beat y el folk pop, voces cuidadas y un estilo muy Beatles... para volver al garage psicodélico hacia el final, acentuando lo psicodélico en la última canción. Estuvieron de puta madre, pero me hubieran gustado más si no tardaran tanto entre canción y canción, rompían el ritmo del concierto completamente. Y para finalizar, unos viejos conocidos de este blog, los valencianos Wau y Los Arrrghs!!!, con su crudo garage punk y sucio surf'n'roll... poco más que decir que es uno de mis grupos favoritos, que sus conciertos son una fiesta. Con un repertorio muy parecido al de las anteriores veces que les he visto, aunque esta vez encontramos a Juanito Wau algo más comedido, ni sangró ni nada. Eso sí, cuando tocaron Piedras se subió Jorge Explosión a tocar la armónica, toda una sorpresa de lujo.
El lunes a las seis de la madrugada marchábamos de Gijón directos al calor de Madrid y al sopor del trabajo, por lo que nos perdimos a los interesantísimos The Shoestrung. Volveremos y con refuerzos.
Fueron al festival: Pilar, KamiKaze y Alcapone.
Bueno, el viernes estuvimos de cañas y sidras desde que llegamos, sobre la una. Vimos unas cuantas vespas y lambrettas preciosas, disfrutamos de la gastronomía asturiana y, entre raciones y culines, nos fuimos acercando a la Discoteca Oasis, donde tenían lugar los conciertos. Bueno, ¿y si cenamos algo antes? Al final, unas doce botellas de sidra (para tres) y una deliciosa cazuela de llampares en salsa, entre otros manjares, tuvieron la culpa de que no fuéramos al concierto y prefiriésemos darnos un baño todos en pelotas en la Playa de Poniente. Nos perdimos a DC Fontana y a Los Platillos Volantes, pero nos lo pasamos igual de bien. Eso sí, al día siguiente yo estaba algo revueltillo.
Vale, no podemos caer en lo mismo... El sábado pasamos de sidra, sólo cervezas. Nos bañamos de día y en bañador, aunque hacía rasca. Comimos bien, bebimos con prudencia, vimos la exposición de fotos (no estaba mal, algo pequeña) y, tras una cazuela de mejillones a la marinera, entre otros manjares, fuimos a la Oasis y entramos. En la disco había un ambiente dabuty, la gente iba muy maqueada y entre curiosear en el mercadillo de ropa y discos y tomarnos unas cervecillas, salió el primer grupo: Al Supersonic & The Teenagers, el grupo puntero del soul español, con su primer LP todavía reciente. Con un show muy parecido a la otra vez que les vi, aunque esta vez Al Supersonic no tenía problemas de garganta y pudimos apreciar su voz a pleno rendimiento, un diez en forma de northern soul, estuvimos bailando todo el rato. Una vez que terminaron, al cabo de unos veinte minutos, volvieron a salir... ¿y eso? ¿salen ahora a hacer los bises? Enseguida llegó la explicación: además de ser los teloneros, eran la banda de acompañamiento del gran Tommy Hunt, un clásico del soul americano, con más de cincuenta años de carrera, primero con The Flamingos a finales de los 50's, y a partir de 1960 en solitario, siendo uno de los habituales del Apollo de Nueva York y una de las estrellas rescatadas por la escena northern soul inglesa en los 70's. Tal y como yo le vi, se mantiene en perfecta forma a sus setentaypico años, ya no sólo por conservar intacta su peculiar voz, si no además por conseguir conectar con el público como pocos pueden gracias a una simpatía y una alegría contagiosa. Cantó sus mayores éxitos (algunos incluso a mi, ignorante en este género, me sonaban), contó unas cuantas anécdotas y nos hizo bailar hasta casi las dos con una sonrisa en la cara reflejo de la que lucía Tommy en todo momento.
El domingo estábamos un poco de bajona porque era nuestro último día, dimos una vuelta por el puerto, comimos en un chiringo de unas fiestas de allí (el día de Asturias en Gijón), nos fuimos a bañar (ya que hacía sol) nos quedamos sin chica (maldito curro), cenamos en un Kebap (eso debe ser pecado en Asturias) y nos personamos en la Oasis... Del primer grupo apenas sabía nada, aparte de lo que ponía en el programa del festival, así que fue toda una sorpresa escuchar su repertorio tan variado en estilos. The Draytones son un cuarteto anglo-argentino afincado en Londres que llevan desde 2006 animando la escena mod inglesa. Comenzaron con un par de canciones tirando a cañeras, con un teclado muy killer y cierto gusto garage psicodélico, pero en cuanto el teclista cogió una guitarra acústica cambió totalmente el rollo hacia el freak beat y el folk pop, voces cuidadas y un estilo muy Beatles... para volver al garage psicodélico hacia el final, acentuando lo psicodélico en la última canción. Estuvieron de puta madre, pero me hubieran gustado más si no tardaran tanto entre canción y canción, rompían el ritmo del concierto completamente. Y para finalizar, unos viejos conocidos de este blog, los valencianos Wau y Los Arrrghs!!!, con su crudo garage punk y sucio surf'n'roll... poco más que decir que es uno de mis grupos favoritos, que sus conciertos son una fiesta. Con un repertorio muy parecido al de las anteriores veces que les he visto, aunque esta vez encontramos a Juanito Wau algo más comedido, ni sangró ni nada. Eso sí, cuando tocaron Piedras se subió Jorge Explosión a tocar la armónica, toda una sorpresa de lujo.
El lunes a las seis de la madrugada marchábamos de Gijón directos al calor de Madrid y al sopor del trabajo, por lo que nos perdimos a los interesantísimos The Shoestrung. Volveremos y con refuerzos.
Fueron al festival: Pilar, KamiKaze y Alcapone.
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