Ayer andaba yo un poco frustrado, ya que me había quedado sin entrada para el concierto de hoy de The Muffs, así que cuando un colega del curro me dijo que iba a ir a ver a los grandísismos The Only Ones, no me lo pensé demasiado. Vale, sí, era jueves, pero eso es casi fin de semana y The Only Ones fueron uno de los grupos claves de la new wave inglesa y, aunque nunca he sido un gran fan suyo, su mezcla de power pop y ruidoso protopunk con toques psicodélicos siempre me ha molado. Así pues, con algo de sueño y cansancio, dirigí mis pasos a la sala El Sol.
No tardó mucho en salir el telonero, Antonio Arias, bajista de dos de los grupos granadinos más queridos por la escena independiente: 091 y Lagartija Nick. La verdad es que no tenía ni idea de la clase de show que iba a ofrecer y me sorprendió muy gratamente. Salió acompañado de otro guitarrista, ambos con guitarras acústicas y sentados en sillas, tocando un pop relajado e intimista con un muy lijero deje de flamenco (pero tranquilos, que esto no es Ketama ¡no jodas!). La primera parte del repertorio estaba formada por tres o cuatro poemas de García Lorca musicados, que, pese al tópico (músico granadino poniendo música a Lorca) fue muy agradable y entretenido. Luego tocó un par de versiones: el Straight to hell de The Clash y El derecho a vivir en paz de Victor Jara, las dos muy curiosas.
Enseguida salió el plato fuerte de la noche, The Only Ones, y el impacto visual fue importante. Siguen teniendo las mismas pintas que en las fotos de 1979 aunque desde luego, los años no perdonan. Sobre todo impresionaba Peter Perret, el cantante y guitarra, de apariencia frágil, como consumido, una especie de mezcla entre espantapájaros disecado y lagarto bípedo. Una vez que empezaron a tocar quedó patente lo vigentes que siguen sonando sus canciones y la gran influencia que han tenido en el indie rock desde finales de los 70's hasta ahora mismo. Si bien el alma del grupo es la personalísma voz de Perret (comparada a menudo con la de Lou Reed), el resto no se queda atrás, guitarra, bajo y batería funcionando como un reloj suizo. Como ya he dicho por ahí arriba, no soy un gran conocedor del grupo, así que tampoco puedo deciros muy bien qué canciones tocaron, pero eso tampoco me importó demasiado para disfrutar como un enano del tremendo directo que dieron, están en plena forma. De las pocas canciones que yo reconocí fueron Big sleep, Me and my shadow... y, por supuesto, ese pedazo de historia del rock que es Another girl, another planet, que los muy tunos se dejaron para los bises y con la que nos dejaron temblando.
Fueron al concierto: Txema (y colegas) y Alcapone
2 comentarios:
jo, que envidia. Pues a mi no me parecen similares las voces de Pete Perret y Lou Reed, me parece mucho más grave la de Reed
Más que la voz yo creo que la forma de cantar, sobre todo en las canciones más calmadas.
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