Me meto en camisas de once varas y me lío la manta a la cabeza para presentaros el primero (¿quién sabe si no el único?) de mis relatos, escrito en un momento de inspiración. Si me viene otro, espero que sea mejor.
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- ¡Si! ¡Por fin! ¿Dónde está? Esta maldita oscuridad...
- Le oigo muy cerca... siga mi voz.
- Lo siento... no consigo localizarle, pero le oigo tan cerca... ¿dónde estamos?
- No lo sé... todo está tan oscuro...
- Sí... parece que estemos en el exterior, pero no veo la luna, ni las estrellas.
- Espere... tengo un móvil, lo encenderé. Vaya, parece que no va...
- El mío tampoco. Encenderé mi mechero, siga la luz. No, tampoco va... ¡ah!
- ¡Ay, cuidado! ¡Me ha quemado la mano!
- Sí, yo también me he quemado... pero no he visto la llama.
- Es esta oscuridad... parece tragarse todo.
- No logro acostumbrarme a ella... y encima ¡hace tanto calor! Tengo la garganta seca.
- Y toda esta arena... va a volverme loco.
- Parece que estemos en un pozo de arena... Lo mejor será que intentemos trepar por aquí... ¡sígame!
- Vamos a tener que ir a cuatro patas... ¡Ah! Cuidado, la arena está ardiendo.
- Ya, pero hay que salir de aquí...
...
...
- ¿Sigue ahí detrás? Creo que ya queda poco...
- Sí, aquí estoy... tengo las manos en carne viva.
- Y yo, un esfuerzo más, ya estamos arriba... ¡aaaaaaaaaaaaaaaaah!
- ¿Eh? ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
- ¡Cofff! ¡Cofffff!
- ¡Cofff! ¡Aghhh! ¡Cofff!
- Mier... ¡cofff! ...da, tengo arena... ¡cofff! ...hasta en el esófago.
- ¡Coffff! ¡Coffff! ¡Y yo! ¡Cofff! ¿Se ha hecho daño en la caída?
- Creo que no, pero estoy agotado... ¿no le quedará agua?
- No, tengo la cantimplora vacía.
- La mía igual... no puedo dar ni un paso. ¿Cómo puede hacer tantísimo calor de noche?
- ¡Socorro! ¡Socorro! ¿Hay alguien?
- ¡SOCORRO! ¡SOCORRO!
- ¡Chtsss! Calle... ¿ha oído?
- ¡Sí! Algo se mueve...
- Es una especie de aleteo...
- Chtsss... lo oigo a nuestro alrededor... ¡aaaaah!
- ¡Joder! ¡Algo me ha mordido!
- ¡Y a mi! ¡Cuidado! ¡Aaaaaah! ¡Mi pié!
- ¡Aaaah! ¡Vienen más! ¡Aaaaaah!
- ¡Aaaah! ¡Joder, esto es un infierno! ¡AAAAAAH!
- ¡AAAAAAH! ¡Quítemelos... quítemelos!
- ¡Aaaaah! ¡AAAH!
- ¡AAAAAAAAH!
17 comentarios:
Me ha recordado a la línea seis, he tenido las mismas sensaciones.
Sí, el metro de Madrid es un lugar inhóspito y salvaje.
¿Esto qué es? ¿Un concurso? ¿Hay que adivinar qué es lo que pasa? y por último ¿Cuál es el premio?
Por cierto, muy bonita la ilustración, muy apropiada.
Vale, a ver quien lo adivina... tenéis hasta el lunas que viene. No habrá premios, pero todo el mundo lo sabrá.
pues vaya mierda de premio!
Alguien con mala leche ha trasladado a estas dos lombrices de tierra desde el fértil suelo de la huerta al recipiente de arena para el temple del acero.
Imaginativo, pero no... las lombrices no tienen manos, ni pies, por no hablar de mecheros o móviles...
Me recuerda mucho a la nocturnidad vivida en Batman (version sierra segoviana)
Puede ser una conversación normal en Pelayos de la Presa.
¡Qué va, qué va, qué va!¡Yo leo a Kierkegaard!
Os estáis alejando... en el relato hay suficientes datos como para adivinar algunas cosas...
buf! tengo la imaginación bajo mínimos, no se me ocurre nada...
Bueno, pues el no premio se ha quedado desierto... ¡sois unos mantas! ¡Con lo fácil que era! Solución: Un tipo con doble personalidad y amnesia se ha quedado ciego en el desierto.
Lo del desierto si que lo pensé, lo demás es muy rebuscado. Y lo que le muerde que son, ¿buitres?.
A mi me parecia mas un tio con amnesia, doble personalidad, ciego que se habia perdido en un bosque. A puntico he estado de ponerlo. Me merezco un premio aproximado....
Sí, son buitres. No es tan rebuscado, a los dos personajes les está pasando todo el rato lo mismo... porque son la misma persona.
KamiKaze, he estado a punto de darte un premio aproximado.
Yo merezco el no premio, sin desdoblamiento de la personalidad ni nada en la línea seis se siente lo mismo, arena incluida.
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