Hiroshi Hirata es un clásico del cómic histórico japonés (¡vivió el surgimiento del manga moderno tras la Segunda Guerra Mundial!) que poco a poco empezamos a conocer en España gracias a su obra Satsuma Gishiden (editado por Dolmen) y a los tomos de historias cortas que está sacando Glènat.
Éste es el segundo tomo de Glènat y su título nos lo dice todo: recopila siete historias de samuráis que se alejan de lo que tenemos en mente cuando pensamos en estos famosos guerreros. Son relatos basadas en hechos históricos en los que podemos ver samuráis fuera de su medio natural, la guerra. Aunque no faltan la épica y los valores propios de las histórias clásicas de samuráis, en este tomo se presentan otras caras menos habituales y llenas de dramatismo, dejando patente que la caída de la figura del samurái viene dada por su falta de adaptabilidad a los nuevos tiempos y su vulnerabilidad ante las intrigas debido a la rigidez del bushido.
El dibujo de Hirata está emparentado directamente con el de Goseki Kojima (El Lobo Solitario y su Cachorro), con un uso de la mancha muy similar y que le da un aspecto expresionista muy efectivo al detallado realismo del dibujo.
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