P. Craig Russell lleva desde finales de los 70's adaptando como nadie obras literarias de tipos muy diversos (óperas, cuentos, novelas, leyendas...) generalmente de género fantástico. Una de estas primeras adaptaciones fue la novela gráfica de Elric: La Ciudad de los Sueños, junto al guionista Roy Thomas, y desde entonces Russell ha estado unido al personaje más famoso de Moorcock, adaptando desde 1985 sus novelas en una colección para First Comics con el mismo guionista. De 1993 a 1995 se editó en una miniserie de siete números la adaptación al cómic la última novela de Elric, Stormbringer, con P. Craig Russell al guión y al dibujo.
En esta ocasión Russell nos presentaba uno de sus mejores trabajos con una historia que, partiendo de un tópico tan sobado como es el rescate de una princesa, se complica tanto como la lucha final entre el Caos y el Orden, con el guerrero hechicero albino en medio de todo. Russell consigue adaptar una obra con cierta densidad muy fluidamente, se lee sin ningún esfuerzo. Logra que incluso unos dibujos con tanto detalle como los suyos, en los que nos podríamos perder fácilmente buceando en su intricada mezcla de art noveau y rococó (más del primero que del segundo), no distraiga en demasía de la historia, si no que se haya al servicio de esta.
Recientemente, Planeta, que ya sacara la serie en su formato original en su momento, ha editado un tomo recopilando los siete números bajo el título de Elric: Portadora de tormentas, del que sólo me puedo quejar de su tamaño, más pequeño que el original, con lo que el disfrute de las exquisitas planchas de Russell se ve reducido. Para compensar, la obra principal se ve prologada por una historia muy simpática de Neil Gaiman dibujada por Russell en la que un chaval inglés se refugia en los libros de Moorcock para huir de sus problemas cotidianos.
En esta ocasión Russell nos presentaba uno de sus mejores trabajos con una historia que, partiendo de un tópico tan sobado como es el rescate de una princesa, se complica tanto como la lucha final entre el Caos y el Orden, con el guerrero hechicero albino en medio de todo. Russell consigue adaptar una obra con cierta densidad muy fluidamente, se lee sin ningún esfuerzo. Logra que incluso unos dibujos con tanto detalle como los suyos, en los que nos podríamos perder fácilmente buceando en su intricada mezcla de art noveau y rococó (más del primero que del segundo), no distraiga en demasía de la historia, si no que se haya al servicio de esta.
Recientemente, Planeta, que ya sacara la serie en su formato original en su momento, ha editado un tomo recopilando los siete números bajo el título de Elric: Portadora de tormentas, del que sólo me puedo quejar de su tamaño, más pequeño que el original, con lo que el disfrute de las exquisitas planchas de Russell se ve reducido. Para compensar, la obra principal se ve prologada por una historia muy simpática de Neil Gaiman dibujada por Russell en la que un chaval inglés se refugia en los libros de Moorcock para huir de sus problemas cotidianos.
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