Si el otro día os comentaba uno de los discos más esperados del año, hoy os cometo el otro: por fin Los Granadians del Espacio Exterior tienen, desde enero (se me van acumulando las reseñas), un nuevo plástico en las tiendas, de la mano de, por supuesto, Liquidator. Y tiene mucho en común con aquél, ya que, por primera vez, Los Granadians se han decidido a ponerse en manos de un productor externo al grupo y la elección no podía ser más acertada: Mike Mariconda y Jorge Explosión que en sus Estudios Circo Perrotti se han convertido en los Reyes Midas de las grabaciones vintage. Una vez más, el asturiano lo ha conseguido, sacando a los granadinos su sonido más auténticamente 60's hasta la fecha.
El potente early reggae y el dulce rocksteady de Los Granadians con sus habituales toques ye-yés suena en esta ocasión más soulero que nunca, sin hacerle ascos a otros tipos de músicas con ecos de la década dorada del pop. Siguen siendo fieles a Lee Perry, The Upsetters, Booker T. & The M.G.'s, Los Relámpàgos y Los Brincos, pero en estas once canciones que componen Donde ningún hombre ha estado jamás han metido sutiles referencias que me recuerdan a otros artistas que, mezclados en la batidora granadina no suenan tan alejados.
Como es habitual en sus discos, los instrumentales juegan un papel importantísimo: En la nueva órbita (con un órgano matador que nos lleva al Memphis de 1965), El humanoide (y sus increíbles trallazos y su impecable sección rítmica), Parker Boogie (vacilona y elegante, me recuerda a Brian Auger y otros virtuosos del órgano de los 60's), Sonda Phoenix (una alucinante mezcla de Rufus Thomas, The Upsetters y Los Relámpagos), Eslabón perdido (en la que asimilan unos guitarrazos a lo Link Wray con el pop ye-yé más español) y ¡Granadissimo! (un reggae con el que romperás tus botas favoritas).
En cuanto a los temas cantados, se dividen claramente en dos tipos diferenciados: los divertidos skinhead reggaes y los románticos rocksteadys. Entre los primeros tenemos La fiebre (el nuevo baile de moda), Mentirosa (mi favorita del disco con una letra impagable) y El dinero es para gastarlo (cachondísima, casi paródica). En la parte más edulcorada nos encontramos con La chica más dulce y Déjame intentarlo (con un toque a Los Diablos muy marcado).
Para mi, el mejor disco de mi grupo favorito de reggae.
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