miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡Increíble pero incierto!

¡Increíble pero incierto!

Nadie sospechaba de Fornicio Follapérrez y sus tendencias zoofilicas hasta que se le ocurrió ponerle implantes de silicona a su querida Fifí...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Es una verguenza! ¡A donde vamos a ir a parar, castración contra el violador!

César Alcapone dijo...

Habló el ofendido dueño de una perrita guapísima...

BRUTUSOUND dijo...

jajajajaja!!!

Anónimo dijo...

Así que guapísima, ya sabía yo que la mirabas con malas intenciones, cerdaco.