El sábado pasado, día 6, nos dejó a los 76 años de edad uno de los historietistas franceses de estilo más personal de los 70's y 80's.
Ácido, satírico, amargo y desencantado, las historietas de Lauzier no dejan títere con cabeza en la sociedad francesa de la Francia postmoderna, cebándose especialmente en la burguesía de izquierdas de la época, lo que desató no pocas polémicas. Sus diálogos pueden producir úlceras y su estílo de dibujo iba a la par: una especie de línea clara feísta o línea chunga depurada. Comenzó su carrera en la primera mitad de los 70's colaborando en periódicos y revistas de gran difusión en su país. Desde su primer álbum, Lilí Fatale de 1974, toma posición como revulsivo en la historieta francesa. Sus obras más celebradas son la serie de historietas cortas Cosas de la vida (publicadas en Pilote desde 1974 y recopiladas en cinco álbums), La carrera de la rata (1978) y Recuerdos de un joven (1982). Toda su obra la publicó Dargaud, editorial de la que fue una de sus puntas de lanza en su faceta más adulta, junto a autores como Moebius o Bilal. Dejó la historieta a mediados de los 80's (aunque en 1992 publicó Diario del artista) para centrarse en su carrera como cineasta.
Ácido, satírico, amargo y desencantado, las historietas de Lauzier no dejan títere con cabeza en la sociedad francesa de la Francia postmoderna, cebándose especialmente en la burguesía de izquierdas de la época, lo que desató no pocas polémicas. Sus diálogos pueden producir úlceras y su estílo de dibujo iba a la par: una especie de línea clara feísta o línea chunga depurada. Comenzó su carrera en la primera mitad de los 70's colaborando en periódicos y revistas de gran difusión en su país. Desde su primer álbum, Lilí Fatale de 1974, toma posición como revulsivo en la historieta francesa. Sus obras más celebradas son la serie de historietas cortas Cosas de la vida (publicadas en Pilote desde 1974 y recopiladas en cinco álbums), La carrera de la rata (1978) y Recuerdos de un joven (1982). Toda su obra la publicó Dargaud, editorial de la que fue una de sus puntas de lanza en su faceta más adulta, junto a autores como Moebius o Bilal. Dejó la historieta a mediados de los 80's (aunque en 1992 publicó Diario del artista) para centrarse en su carrera como cineasta.
3 comentarios:
Homenaje a uno de los grandes, me lei algunas historietas de cosas de la vida y eran muy buenas.
Jooo! otro muerto, entre rockeros y comiqueros esto parece la sección necrológica del ABC
Podemos hacer una porra para ver quien cae el siguiente...
Publicar un comentario